martes, febrero 13, 2007

BE MY VALENTINE

Raquel Méndez



“ Des yeux qui font baisser les miens, un rire qui se perd sur sa bouche, voilà le portrait sans retouche de l’homme auquel j’appartiens, quand il me prend dans ses bras, il me parle tout bas, je voie la vie en rose… "

La Vie en Rose. Edith Piaf



Hace un par de días un amigo adorable japonés, me envió esta canción. La inconfundible voz de Edith Piaf, que se puede reconocer incluso con los ojos cerrados, y que años más tarde versionara Louis Armstrong, convirtió esta canción en un icono del amor. El caso es, que me inspiró para hablar de él, no de mi amigo, sino del amor =Op.

Surgen muchas preguntas, y quizás la principal sea, por qué se le atribuye a Valentín todos los enamorados, a lo largo de los siglos.

San Valentín nació en Italia, (que para mí es el país del amor, por cierto, o al menos la lengua enamora, ¡y de qué manera!) en la ciudad de Terni, pero su labor de divulgar el Cristianismo la desarrolló en Roma. Corría el siglo III a.C., y los Romanos eran devotos de los Dioses, su Dios del Amor estaba representado por Eros. El Cristianismo, los cristianos, y todo lo que profesara esa fe, era perseguido y martirizado.

San Valentín se encargó de casar en secreto a decenas de parejas, bajo el rito cristiano, ya que era también una forma de convertirlos a esta religión. Poco duraría su labor clandestina, porque el Emperador Claudio II había prohibido el matrimonio, y al enterarse de la hazaña del obispo lo mandó a ejecutar un 14 de febrero. Fue un mártir más, producto de la persecución a los Cristianos. En su ciudad natal, existe una Basílica con su mismo nombre, aunque se desconoce que sus restos descansen en ella, pues se dice que están en Roma, y otros profesan que es en Madrid donde yace su cuerpo.

Debido a la poca claridad entorno al Santo, esta festividad desapareció del calendario eclesiástico en el año 1969, ya que la iglesia quiso eliminar el nombre de Santos cuyo origen pudiera ser anecdótico o legendario.

Al parecer cuanto más se prohíbe algo, más nos llama la atención, así que San Valentín se celebra, como el día de Los Enamorados y de la Amistad, pero como el Marketing, y el consumismo siempre han estado presentes, realmente es una fecha banal y frívola, donde una vez más se regala por regalar, porque el día así lo indica y no chistes, porque habrá quien te gritará más si no le regalas algo ese día.

Bueno, a lo que voy. Si el 14 de febrero, día tan esperado por las chicas, que suspiran con que su príncipe les lleve un regalo, y a sus pies le confiese: “Oh Dulcinea, que eres tú la que busco en mis sueños”, si vivierais en Japón lo tendrías crudillo, porque ese día son las mujeres que regalan a los hombres.


Si habéis leído bien, son ellas las que les regalan chocolates a ellos. Esta tradición se originó en el año 1958, como consecuencia de una campaña publicitaria de la empresa “The Mary Chocolate Company” del ruso Morozoff, el cual quería aumentar las ventas de sus chocolates en Japón. Al principio no fue del todo exitosa, pero con el paso de los años se ha convertido en una tradición esperada. Tal ha sido el éxito de esta idea, que las industrias se guardan la mitad de su stock para lanzarlo al mercado semanas previas a ese “dulce día”.

Las mujeres compran chocolates, para todos los hombres que conocen, jefes, hermanos, padres, amigos y novios. Aunque existe una pequeña diferencia entre el chocolate a regalar a cada uno. Los japoneses han sabido diferenciar el “tipo de amor” que se siente por el hombre que recibe los chocolates, y así muy estratégicamente han creado dos tipos de chocolates.
Los giri-choco, giri en japonés significa obligación, cortesía; es un chocolate más barato, de baja gama, y que se le regala a todos aquellos hombres por los que se siente simpatía pero sin connotación romántica.

Los chocolates destinados a las parejas, los esposos, o para decirle de forma muy sutil a un hombre que se está interesada en él, son los chocolates hon-mei (verdadero), son más caros, y de mejor calidad. Aunque para el chico especial, también suelen comprar corbatas o una pieza de ropa.

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En contrapartida, los hombres agasajan a las mujeres, y devuelven el regalo el 14 de marzo, denominado “El día Blanco”. Una vez más, debido a una campaña publicitaria de los malvaviscos “Marshmallows” (una especie de gominolas, suaves y blancas, ummm) en los años 1960, aunque al principio se le conocía como “Marshmallows day”. Por eso fue bautizado con ese nombre, y porque los chocolates que regalan los hombres son de chocolate blanco. Ese día, también los hombres regalan flores, caramelos, galletas, o dulces en general junto con los chocolates, y para la pareja oficial hasta una pieza de ropa intima, eso sí, blanca.

Feliz día a todos los que estéis enamorados, bueno, va, y para los que no también =O))!!!


Créditos fotos:

* © Google Imágenes.

* © Travelling to Japan. www.travellingtojapan.bitacoras.com

* © Tadamine Maki. www.artofjpn.com
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