domingo, noviembre 18, 2007

EL TRAJE DE JUDO: JYUUDOUGI

AZUMA, Akiko



Nuevamente es la época, para mí, de lavar el traje de judo de mi hijo. En la mayoría de los colegios del primer ciclo de educación de bachillerato, y el bachillerato en sí, se imparten clases de judo como asignatura de educación física. Los alumnos deben elegir entre clases de danza o judo, por lo que la gran mayoría de niñas toman clases de danza, y los niños clases de judo.

Hace 30 años, cuando mi marido era estudiante de bachillerato, el traje de judo pertenecía al colegio. Los estudiantes tenían que usar el traje, el cual estaba mojado, frío, pesado y apestoso por el sudor de alguien más, pero ahora los estudiantes usan un uniforme de segunda mano o compran uno nuevo. Los estudiantes llevan su pesado, aun si está seco, y voluminoso traje de judo al colegio, y después del colegio a casa, dos o tres veces por semana durante un mes.


Si el traje de judo es nuevo, la tela de éste es dura y rígida, por lo que es difícil moverse con él, e incluso puede llegar a lastimar si raspa mucho la piel. La rigidez del traje va disminuyendo a medida que se lava, por lo que el traje de segunda mano es más confortable pues ya viene menos áspero y duro al tacto. Cuando se compra un traje de judo nuevo, se usa para andar por casa para quitarle rigidez a la tela, o sino se lava varias veces para hacerlo más suave.


Pero, como podéis imaginar, el traje de judo es grueso, y no se secará completamente al menos que sea un día muy soleado, además que necesita de un espacio grande para secarse. Lleva horas en secarse, incluso si se recurre a una secadora, por lo que si el traje no está muy sudado, lo colocamos fuera para que se seque sin lavarlo.

Cuando lavo el uniforme de judo de mis hijos, me inundan los recuerdos de cuando iban a la escuela de judo. En aquel tiempo también los lavaba, y solía lavar uno o dos juegos de uniformes de judo a la semana, aun cuando ellos no eran muy grandes, me parecía un trabajo arduo, porque antes de empezar su clase de judo, ellos solían ir a clases de natación, y tenía que lavar una montaña de ropa entre bañadores, toallas, y gorros. Recuerdo que una madre se quejaba en la escuela de judo, diciendo que tenía que lavar el uniforme grande de su marido y tres pequeños más de sus tres niños todo el tiempo. Me pregunto cómo ella los secaba cuando llegaba la estación de lluvia.

Por raro que parezca, nunca he visto una clase de judo en el colegio de mis hijos. Ellos me dicen que el profesor les enseña cómo defenderse, o cómo armar el ataque, luego él les dice a los alumnos de practicarlas, y supervisa la forma en que los alumnos lo están haciendo, incluso los alumnos hacen pequeños combates para practicar.

La mejor parte del judo se dice que es la parte espiritual. El entrenamiento sirve para tener sangre fría en atacar, pero al mismo tiempo respetando al adversario. Veremos si ese espíritu aún está vivo en mis hijos. (^_ ^)

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